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Atribuyen dos milagros al papa Juan XXIII

 

 

 

El proceso de beatificación del papa Juan XXIII, fallecido en 1963, podría cobrar nueva fuerza gracias a dos milagros atribuidos a su mediación.

La causa canónica fue abierta por el papa Pablo VI hace 33 años y la comisión vaticana, según laagencia EFE, documentó la existencia de 15 hechos inexplicables para la ciencia que se deberían a la intercesión del papa Angelo Giusseppe Roncalli, tal el nombre de quien, en 1958 y a los 77 años, eligió llamarse Juan XXIII, al asumir el pontificado.

Dos de aquellos misteriosos sucesos son considerados "milagros suficientes" para incorporarlos a la causa de beatificación y presentarlos al análisis de la Congregación para la Causa de los Santos.

El primer caso corresponde a Giovanna La Terra Majore, de Sicilia, imprevistamente restablecida de una antigua dolencia pulmonar, que la mantuvo postrada en cama y en coma durante 23 años.

El otro caso es el de sor Catalina Capitani, religiosa de un convento de Nápoles, a quien le desapareció la úlcera que padecía, y que la mantenía al borde la muerte, sin que en el abdomen quedaran huellas de las cicatrices.

Pero de tanto valor como sus milagros es el recuerdo que los fieles católicos guardan de Juan XXIII, el "papa bueno", un hombre que luchó por la dignidad del hombre, por la unidad de la Iglesia y por la paz.

EL CAMINO A LA SANTIDAD

Los pasos por recorrer para llegar a la santidad comienzan con la declaración de "siervo de Dios" y, después de comprobarse las virtudes heroicas del candidato, sigue la de "venerable". Si existen pruebas de un milagro, sumado a los atributos personales de la caridad, se alcanza la condición de "beato". Si se prueba un segundo milagro, es declarado "santo".

El actual Sumo Pontífice, Juan Pablo II, es el papa de este siglo que más beatificaciones y canonizaciones realizó. Desde que asumió el papado, en 1978, beatificó a más de 760 personas y canonizó a más de 270.

Cuando Angelo Giusseppe Roncalli asumió el papado, que finalmente se extendió por cinco años, el mundo pensó que se trataba de un pontífice de transición.

Pero a los pocos meses de asumir, sorprendió con su decisión de convocar, en enero de 1959, unconcilio ecuménico -Vaticano II-, que abrió sus sesiones tres años más tarde con la gran novedad de la presencia de delegados de otras iglesias cristianas y que afrontó temas nunca tratados en otros concilios, como la paz y la guerra, o la libertad de conciencia y de religión.

Antes de ser papa, Roncalli, de humilde origen campesino, se había doctorado en teología en el Seminario Pontificio de Roma. Durante la Primera Guerra Mundial estuvo en el frente de batalla, donde prestó servicios como capellán castrense en varios hospitales. Fue consagrado obispo y, en 1953, Pío XII lo promovió al cardenalato y lo designó también arzobispo de Venecia.

Tras una agonía de pocas semanas, Juan XXIII falleció el 3 de junio de 1963, en el Vaticano. El papa que había dedicado su vida a la paz mundial murió, según su secretario, temiendo que "sus hijos" se vieran envueltos en una nueva guerra.